Son muchas las situaciones y anécdotas curiosas que puede vivir un tutor en red pero, en cualquier caso, hay algo a lo que indudablemente ha de enfrentarse cada vez que finaliza un bloque de contenido: la avalancha de tareas que le llueven de repente y que debe evaluar en un periodo muy corto de tiempo. Y es que tenemos que reconocer que, en muchas ocasiones, entregamos todo a última hora sin pensar en el trabajo que, como una apisonadora, le va a caer de golpe al tutor. Pero esta situación -como todo en la vida- conviene tomársela con un poco de humor:
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