1 de junio de 2015

Unidad 2. Tarea 1. #ABPmooc_INTEF. Reflexión sobre la socialización

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Se nos pide como primera actividad de la unidad 2 que realicemos una reflexión acerca de nuestra experiencia docente en estrategias de socialización. Sin embargo, tengo que confesar (no sin un cierto sonrojo) que, por desgracia, no tengo nada interesante que aportar ni nada significativo que compartir con mis compañeros de MOOC acerca de este tema. De hecho, debo reconocer que esta es, precisamente, una de mis asignaturas pendientes. Y, una vez hecha esta confesión, podría, sin más preámbulos ni rodeos, poner punto y final a esta primera tarea de la unidad 2 y pasar a la siguiente. No obstante, realizaré una breve reflexión sobre este asunto. 

De entre las estrategias de socialización existentes, me centraré, en primer lugar, en el aprendizaje cooperativo. A lo largo de mi carrera como docente he llevado a cabo actividades grupales con mis alumnos en numerosas ocasiones y, aunque son muchos los profesionales de la enseñanza que confunden el trabajo cooperativo con el trabajo en grupo, es evidente que no es lo mismo. El trabajo cooperativo implica heterogeneidad, que cada alumno asuma un determinado rol dentro del grupo y que el profesor estructure la tarea de tal manera que todos y cada uno de los miembros del equipo pueda aportar algo. Indudablemente, esto conlleva numerosas ventajas cuando se hace bien pero, para que esto ocurra, es importante la implicación y la colaboración de una parte importante del equipo docente. Entendiendo, claro está, el aprendizaje cooperativo como un proyecto de centro dirigido y coordinado, y no como una actividad esporádica llevada a cabo por uno o varios profesores a título individual. Con esto no quiero decir, naturalmente, que el aprendizaje cooperativo no pueda ponerlo en práctica un profesor concreto en un momento determinado, pero es más efectivo si se plantea como un proyecto global que involucre a varias materias y a varios profesores. Porque en esto, como en casi todo en la vida, hay que entrenarse, y entrenar también a los alumnos. Y es mejor entrenar acompañado.

En cuanto a las otras estrategias de socialización existentes, es positivo para el alumnado salir fuera del aula e interactuar con su entorno. Igualmente son enriquecedoras para los estudiantes las actividades que implican abrir las puertas del aula y crear comunidades de aprendizaje. Sin embargo, todo esto choca en ocasiones con la reticencia de buena parte del profesorado y la oposición frontal de muchos equipos directivos. 

En cualquier caso, creo que es importante potenciar el aprendizaje cooperativo y favorecer la socialización, por lo que, a pesar de mi inexperiencia en este campo, intentaré utilizar estrategias de socialización en mi proyecto para el MOOC. Espero no quedarme en el intento.

2 comentarios:

  1. Coincido contigo en muchas cosas. Recuerdo en un centro que decidimos trabajar con un Primero de ESO de forma grupal y colaborativa, dadas las características del mismo, e impulsados por Directiva y Orientador. En semana y media los profes (y sonrojantemente me incluyo) tumbamos la iniciativa. Nos faltó paciencia. Y como dices, entrenamiento. Pero por eso estamos aquí, ¿no?
    Saludos.

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  2. Efectivamente, Raúl. En mi centro también hay problemas para llevar este tipo de iniciativas al claustro. Falta la implicación del servicio de Orientación del centro y de buena parte del profesorado, que se empeña en cerrar las puertas de su aula a cualquier actividad considerada por ellos como "diferente". Por otro lado, nos empeñamos muchas veces en potenciar el trabajo cooperativo entre los alumnos y después nosotros, los profesores, somos incapaces de coordinarnos y llegar a acuerdos para sacar adelante proyectos de forma conjunta. Pero merece la pena intentarlo.

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